Eramos muchos y parió la abuela, dice el
refrán. Unos días antes de la elección revisé mi situación en la página del CNE
y descubrí que tenía derecho a votar dos veces, una por venezolano (registro
territorial) y otra por empleado público (registro sectorial) porque al ser
profesor de la central tengo esa clasificación.
Claro, no tengo carnet de la rabia y por eso no tengo derecho a votar
unas veces más, debido a que soy profesional, empresario, y quien sabe qué otras
clasificaciones. Pero es que además antes de la última locura, apoyé a Acción
Democrática en las validaciones y aparezco como Adeco, algo que ni en AD
aparece. Pero mi orgullo por Rómulo, me
llevaría a ser adeísta.
Si fuese miembro del PSUV aparecería en los
otros registros electorales y podría votar 6 o quizá hasta 9 veces en el
quilombito último. Por eso tienen una participación tan masiva. Si la oposición
hubiese votado, tendrían que mostrar la paradoja que quizá con 9 millones de
personas, se alcanzaron unos 12 millones de votos. Todos gritan hoy es
imposible que haya votado tanta gente. Pues, pueden haber votado 3 millones de
personas y con eso llegar a 6 millones de votos.
La trampa es esa, con un
10% del registro que nunca entegan para ser validado, acaban de ganar una
asamblea que pretende tener más poder que otra que se validó con
aproximadamente el 60% del registro. Si
la oposición es capaz, este es el hilo por donde se desmonta toda la pieza y se
acaba definitivamente este gobierno y sus tropelías.
Pero hay un problema. Si la oposición cree que
se puede volver al modelo fracasado de Acción Democrática y Copei, que pretende
repartir una renta entre los amigos y simpatizantes. Preparense para el regreso
de cualquier estúpido con boina de cualquier color que ofrecerá villas y
castillas para terminar en este mismo pantano socializante. La única vía es la
del trabajo, la producción y el sector privado, con reducción de impuestos,
reducción de gastos y eficientización del gobierno y del sector privado. No
existen terceras vías, ni cuartas, ni nada por el estilo.
Lo otro es la represión. Hay algunos necios
que creen que el gobierno se las sabe todas. Que todo lo planifica, que todo lo
tiene medido y que nunca fracasa. Quien
así piensa se merece el gobierno y debería buscar su carnet de la rabia. La
represión, como casi todo es idea de los cubanos. Ellos que tienen tan poco
cerebro como el gobierno, creen que los venezolanos son cubanos, y piensan que
así funciona de maravilla en Cuba. Pero venezuela tiene casi doscientos años de
república y cuarenta años con un sistema medianamente democrático, en una
situación así, la represión causa en lugar del sometimiento una mayor sublevación.
Por eso, quienes obedecen la recomendación están provocando el desprecio más
grande y profundo que se haya dado en Venezuela por la Fuerza Armada.
La finalidad de la constituyente probablemente
no sea elaborar una nueva constitución, y creo que al igual que la primera su
oferta es falsa. No pueden resolver problemas económicos haciendo cambios
jurídicos. El socialismo no funciona en ningún ámbito político, por lo que al
igual que la constituyente de 1999, esta no servirá para nada, lo diferente es
que aquella, la de Chávez era un buen engaño, hasta hoy la gente cree que esa
constitución es buena, prueba definitiva de que ninguna constitución hace
falta; la asambleíta de ahora tiene el pequeño problema que el 80% de la población no la
quiere. Sin embargo, esta historia se está escribiendo y creo que el final será
de película.
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