domingo, 29 de marzo de 2009

Sobre las medidas

El país entero estaba a la expectativa, todos creían una sarta de tonterías que probablemente sólo tenían asidero en el rumor. Creían que se iba a subir la gasolina, que se iba a proceder a utilizar el encaje para financiar al gobierno, y que por tanto, iban a copiar “el corralito”, que al final es la medida favorita de los argentinos. De hecho, hay algo de idiosincrasia en la política, incluso en la política económica. Los argentinos resuelven sus problemas con impuestos y aranceles, en extremos llegan a “el corralito”. Nosotros los venezolanos, aplicamos impuestos, controlamos precios y devaluamos, pero en extremos llegamos “al control de cambios” Algo de eso hubo en el “paquete que no es paquete” Lo cierto es que toda medida que tome el gobierno tiene que ser por necesidad política, de hecho el gobierno reconoce en su acción y no en sus palabras que es de profunda raigambre fascista.
A los fascistas no les importa la economía, y en ello diferencian su comportamiento de un socialista, o un comunista. Para los segundos, seguidores de verdad de Marx, la economía es la reina de las ciencias sociales y toda medida se dirigirá a establecer una mejor estructura de la producción, una actuación mas justa en el mercado.
Pero estas medidas son para mantener la propuesta de un gobierno centralista y centralizador de la acción, un gobierno que se siente como salido del absolutismo del siglo XVII y que quiere que sus súbditos paguen el desenfreno que aún se vive en el Versalles y las Tullerias de la abundancia petrolera. Hoy los trabajadores tenemos que pagar un IVA mayor para atender las exquisiteces de una corte que no mide consecuencias en su accionar.
Por eso, más que criticar lo que hacen como medidas políticas, vamos a hablar de lo que si sería un “programa liberal” no esta bazofia que no llega a ningún lado, tanto, que no queremos que nadie piense que los liberales somos tan mediocres para que se nos ocurra una tamaña estupidez.
1. Para reducir el déficit, la solución es reducir el tamaño del gobierno, e incluso proponemos eliminar el IVA, puesto que eso lo único que hace es reducir el consumo y expropiar injustamente a los ciudadanos. Por cierto un político liberal trata a sus jefes así de ciudadano, puesto que él no es “jefe", y menos "comandante”
2. Privatícese todo lo que antes Nacionalizose, puesto que no tenemos dinero para seguir desperdiciándolo, menos si ya no vamos a cobrar impuestos, eso significa que todo, incluso la industria petrolera pasa a sus legítimos dueños, los tenedores de la nacionalidad venezolana, ellos son el Estado en un régimen liberal, por tanto el gobierno no tiene derecho ni a administrar eso. Que lo administren los gerentes que sus accionistas de manera democrática y responsable designen, en sus asambleas y que respondan por sus actos responsablemente.
3. Proponemos que el presupuesto de educación, salud, policía y justicia se eleve y por supuesto, se eliminen todos los ministerios que no se relacionen con esos ramos, con la única excepción de un ministerio para las relaciones exteriores cuya función principal es servir de oficina de negocios para conseguir clientes para los productos del país y otro para la contratación de obras públicas, que desde ahora la harán las empresas privadas nacionales, y por último,
4. Libérese el cambio y privatícese el Banco Central. Para evitar que haya inflación, el banco central sólo podrá emitir bolívares por operaciones de cambio y los bancos serán absolutamente responsables por sus actos, para lo cual sus accionistas deben dar garantías para ser rematadas en caso de incumplimientos y malas administraciones.
Cuatro medidas, que no se parecen al paquete de Miguel Rodríguez, que al igual que todas las que aplique este gobierno pertenecen a ideologías totalitarias, antidemocráticas, no liberales. Para que los que no tengan ojos vean, que el liberalismo no es lo que dicen, ni lo que enseñan.