Acabo de ver la propaganda que hizo el gobierno para
provocar la conciencia en torno al aumento del precio de la gasolina. La verdad
es que son bien descarados, después que desperdiciaron el mayor crecimiento de
precios petroleros de la historia e hicieron toda suerte de malabarismos
monetarios para exprimirnos hasta el cansancio. Ahora quieren convencernos para
que nos dejemos meter la mano en el bolsillo y que seamos nosotros la fuente de
los recursos para las próximas corruptelas.
En primer lugar sobre el contenido del comercial,
tengo que decirles que sería buena idea que algunos de los ministros volviese a
estudiar, o al menos estudiaran economía, porque los precios no guardan
relación con los costos, si fuese así el barril de petróleo debería tener un
precio mucho más bajo que $35 que fue lo que estimamos para 2015. ¿Se acuerdan?
Bueno si el costo de producción de la gasolina es lo que cuesta comprarla en
los mercados internacionales, eso no significa que nosotros debamos pagar el
error de destruir las refinerías que eran de todos, no del gobierno.
Como el problema venezolano es fiscal, y lo fiscal
priva tanto que se emite dinero (política monetaria) para subsanar el problema
fiscal y además se devalúa (política cambiaria) para lo mismo, en lugar de
hacerlo para solventar un problema de balanza de pagos. Tengo una propuesta más
revolucionaria que elevar los impuestos que es lo único que se le ocurre a las
mentes brillantes de todos los signos.
El gobierno nacionalizó un montón de empresas en 2008
cuando se creyeron que la bonanza no se acabaría. Eso representa una cantidad
impresionante de gasto fiscal que no tiene ningún sentido y además como dan
pérdidas no pagan impuestos. Ellos además, nos deben los fondos de pensiones
desde 1999, cuando se aprobó la constitución que hoy está más moribunda que lo
que estuvo la de 1961. Pueden tomar todas esas empresas y dividir su capital en
tres tercios iguales.
1.
El primero lo venden a quienes
quieran administrar esas empresas con criterio de eficiencia y para hacerlas
productivas, y para que en lugar de costarnos a todos, sean pagadoras de
impuestos
2. Otro tercio lo utilizan para crear los fondos de pensiones que nos
deben y que de otra manera, parece que nunca nos los van a pagar
3.
Otro tercio lo venden a un
precio más bajo a todos los que tienen cédula venezolana. Para que al menos los
venezolanos adquieran conciencia de propiedad y la responsabilidad de cuidarla.
En el momento en el que los venezolanos tengan algo que perder votarán más
conscientemente.
Inscriben todas esas acciones en bolsa y de esa
manera se incentiva de verdad y de una manera definitiva el capitalismo en
Venezuela y por tanto, se envía a la basura toda esa necedad que desde el siglo
XX nos agobia, porque todos los gobiernos han sido socialistas y este, además,
no sabe ni lo que fueron los demás, ni lo que es él.
Para que no exista la tentación que en su tiempo los
gobiernos de los 70 y 80, la administración de esos fondos de pensiones tiene
que ser privada, no por los bancos, porque esto no es ahorro de corto plazo, el
negocio de los fondos de pensiones se asocia a las rentas de un capital que conocen
las empresas de seguros, sobre todo las especializadas en seguro de vida.
Esto además libraría al gobierno de ese compromiso,
al igual que del gasto público de empresas que hoy dan pérdida. En las actuales
condiciones no se puede calcular bien cual sería el efecto, fundamentalmente
porque las pérdidas de las empresas públicas impactan en bloque el gasto de capital,
sin discriminar con claridad si ese gasto es una inversión o una pérdida, pero si lo hacen, requeriría menos oficinas de control, etc., etc. por lo pronto el gobierno
requeriría menos impuestos, y no más; y el incentivo para vender el primer tercio sería que
mientras recuperan las empresas no tendrían que cancelar impuestos, y cuando
las recuperen pagarían sólo el 25% de impuestos. El impuesto a las
corporaciones hoy alcanza un 34%, y el impuesto a la petrolera que también
estaría en el paquete es de 60%. Bueno una reducción así de impuestos es lo que
requiere el país para crecer. Ningún país en la tierra se ha desarrollado con
elevados impuestos y el incremento del mercado de capitales, la creación de los
fondos de pensiones facilitaría el ahorro y la producción.
¿Lo van a hacer? No. Este paquete es demasiado revolucionario
para los conservadores que nos gobiernan y para los que se oponen también.
Ellos no oirían los consejos de alguien que lo único que quiere es hacer a
Venezuela próspera. Todos prefieren las mismas políticas que trajeron consigo a
un Chávez en 1998.
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