Todos culpan a Maduro por la crisis que
estamos viviendo y tienen en parte, razón. Sin embargo, buena parte de la culpa
la comparte con Chávez porque los errores que llevaron a la situación actual no
aparecieron recientemente. Eso es también, lo que piensan muchos en economía
que la crisis se generó hace poco, por los errores del último gobernante. Eso
no es un defecto venezolano, en otros países se asocia el echarle la culpa a
quien lo toma la crisis, así sea por sorpresa, eso sí, si la crisis se
soluciona en ese período, el gobernante que está por casualidad ahí tiene como
crédito, quizá no merecido, que todos lo refieran como el salvador de esos
problemas que aquejaban a la sociedad. Eso, es lo que le ocurrió a Franklin D.
Roosevelt, quien cometió errores hasta el cansancio y sin embargo, le tocó ver cómo
a pesar de ello el país que dirigía se recuperó, y ganó para sí y para las
políticas que propuso un inmerecido lugar.
No se asusten, no voy a cometer el error de
afirmar que a pesar de los errores de Maduro la economía se va a recuperar y
todos vamos a pensar que el socialismo o ese fascismo mal entendido que tienen
en la cabeza la mitad de los venezolanos va a ser adorado. Falta un tramo, y si
ocurre, será al igual que en USA producto de un fenómeno externo, como lo fue
la Segunda Guerra Mundial. Ojo, hay que estar claro, no es como algún payaso
con premio nobel afirma, que si se da una guerra hay recuperación, en el caso
muy especial de USA como la guerra se da fuera del territorio hay una
posibilidad de recuperación importante. Ojo,
una guerra es devastadora, no origina por si misma más que destrucción.
Estamos en esta crisis por los errores que
consecuentemente cometió Hugo Chávez desde que comenzó a gobernar. En 1998
ganó, pero su desconocimiento político del largo plazo y sobre todo económico,
lo llevó a casi perder su puesto por todos los problemas políticos y sociales
que se originaron entre 2001 y 2003. Sin embargo, los errores de la dirigencia
empresarial y política fueron aportándole puntos a favor a Chávez, que supo
capitalizarlos por su habilidad política de corto plazo.
Como ocurre en el Príncipe de Maquiavelo,
Hugo tenía fortuna pero era escaso en virtù y como dice Maquiavelo, es bueno
que el príncipe tenga fortuna pero lo fundamental es que tenga virtù. La
fortuna lo acompañó hasta en su muerte, porque él mismo no se va a enterar
nunca de la suerte que tuvo al morirse.
El hecho que los precios del petróleo se
dispararan a lugares inusitados en la historia es una muestra palpable de esa
fortuna que lo acompañó. Los recursos inmensos, pueden confundir y hacer creer
que es posible armar un tinglado socialista, como en su tiempo también lo hizo
Carlos Andrés Pérez en su primer gobierno, que es para la mayoría de los
venezolanos un ejemplo de un buen gobierno. Los precios del petróleo son una
droga que se distribuye entre los venezolanos por medio de los regalos del
gobierno y atrae la popularidad inmediata del gobernante. Sin embargo, el
petróleo no le pertenece al gobernante y todos saben distinguir entre el
bolsillo y la mano. Por eso, el Carlos Andrés Pérez que ganó en 1988, ostentando
la popularidad altísima, hasta que dijo que el bolsillo estaba vacío, pero que era
la misma mano. Ahí se acabó CAP, cosa que no le puede ocurrir ya a Chávez, esa
fue su última fortuna. El sí tuvo la otra muerte a la que se refirió CAP. Los
fascistas de izquierda que acompañaron a Hugo intentarán convencernos que ese
gobierno fue bueno y que, incluso es mejor que el primer gobierno de CAP, pero
yo no soy la señora Tintori, pues me acuerdo perfectamente de lo malo que fue
el gobierno de Chávez y no me gustaría que Leopoldo se convierta en presidente
para que sea un Chávez de la clase media. No hace falta eso.
Venezuela no soporta más errores y
efectivamente Hugo Chávez llegó al poder porque lo anterior también estaba
equivocado. Muy pocos presidentes han hecho un buen papel en Venezuela y casi
todos, con muy contadas excepciones lo hicieron bien. Lamentablemente, uno de
los que lo hizo mejor fue Antonio Guzmán Blanco y todos lo descalifican, porque
dicen que fue ladrón, para decir lo menor. Sin embargo, quienes descalifican a
Guzmán, acompañaron a gobiernos que le ganaron en el pugilato del
enriquecimiento ilícito a Guzmán y lo hicieron peor en todos los rines. En el
siglo XX hay dos excepciones, Betancourt y Leoni, más el primero que el
segundo. Pero sus ideas económicas se parecían a lo que Chávez tenía y a lo que
la oposición propone. Por lo que su efectividad, al igual que lo que ocurrió
con Roosevelt estuvo asociada a que el Banco Central era un ente casi privado y
el gobierno era tan pequeño que no importaba mucho si lo hacían bien o mal.
Esos si eran buenos tiempos. Hoy si el gobierno lo hace bien nos perjudica y si
lo hace mal también.
La idea descabellada de Maduro, de
profundizar la revolución lo único que va a provocar es un desastre magistral y
no va a haber escusa, porque aquí no se fue la clase media como en Cuba, se han
ido, pero no todos se pueden ir y ese va a ser el freno fundamental. Sabemos
que el gobierno va a fracasar y la única manera de cambiarlo es que se pueda
hacer un referéndum en dos años o esperar cinco, porque ya va uno. Pero los
invito a preguntar ¿Cuál es la propuesta de solución de la oposición? Ellos no
entienden el problema, de hecho el país les sobra, los desborda. Es imposible
hacer crecer al país sin bajar los impuestos, sin eliminar esta sangría de
devaluaciones cada vez que el gobierno necesita recursos. Para ello el gobierno
debe achicarse y en serio, debe privatizar todo lo privatizable. Aquí cabe una
pregunta ¿los venezolanos están preparados para eso? La respuesta a esa
pregunta lleva atada la descripción del tamaño del líder que se necesita para
ese proceso. ¿Ustedes lo han visto? Porque ese líder debe hacerle entender a su
país que el gobierno no es la cajita donde se solucionan todos los problemas
personales, sino que el gobierno es quien hace una gestión pública y una gestión
pública está fuera del ámbito de una gestión privada. Por tanto, el concepto de
gobierno que tenemos los venezolanos tiene que ser cambiado de cuajo, junto con
las creencias y las expectativas que tienen la mayoría de las personas. Menudo
lio. Si me preguntan, quien quiera ser presidente o está loco, o no sabe el
problema en el que está metiéndose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario