lunes, 12 de enero de 2015

Una receta para el progreso



Parece que los precios del petróleo se acercan al valor pronosticado por nosotros, sólo tengo que decirles que en invierno del norte, normalmente los precios suben, no bajan como viene ocurriendo desde diciembre y cuando bajan de verdad es en primavera (recuerden que comienza el 22 de marzo) entonces esperen bajas más consistentes en el crudo para aquel mes. Mientras, el gobierno seguirá jugando a esperar que el mercado repunte, sin ningún sentido.
Curioso, pero el gobierno socialista ha abandonado la planificación para dejar que el mercado le resuelva sus problemas, pero como buen socialista no conoce, ni respeta al mercado, tampoco entiende que el mercado no va a complacerlo. Por su parte, la oposición que se dice liberal espera que el gobierno haga algo. Por ejemplo ir al Fondo Monetario Internacional (FMI), subir la gasolina, liberar el cambio, liberar los precios. Cualquier cosa que evite que a ellos les toque hacerlo, ¿es decir que la oposición es también socialista? Pues claro, es esencialmente socialista, pregúntenles si el mercado funciona y verán que la respuesta es que no se puede dejar sólo al mercado. Basta además con oírlos decir que no se puede liberar el control de cambio sino de una manera gradual. Pues les informo que el FMI que es realmente una de las instituciones del socialismo internacional aboga por la eliminación inmediata del Control de Cambios, por ello en 1989 cuando Miguel Rodríguez era ministro de Cordiplan, levantaron el Control de un solo golpe. También en 1986 cuando se suscribió el acuerdo denominado Agenda Venezuela con el aval del FMI, Teodoro Petcoff eliminó de golpe y porrazo el control de cambios de Caldera.
Tengo unas advertencias, para quienes no creen que el mercado y la empresa privada son la única alternativa y quienes todavía creen que es posible un modelo de corte Keynesiano, así como los que siguen al señor Krugman, o a Piketti que es el actual vocero del rancio y fracasado marxismo. La unión Soviética se desplomó invirtiendo y propugnando un capitalismo de estado que no es ni puede ser solución para nada. Porque el gobierno no puede ser empresario y gobierno. O es una cosa o la otra. La única garantía de crecimiento en cualquier país, llámese este Venezuela, es la privatización total de las empresas que hoy tiene el gobierno en sus manos. Así como el progreso comenzará cuando entendamos que somos responsables todos, en relación a las decisiones que tomamos, es decir, con el eclipse del gobierno.
La otra se refiere a los impuestos, para que un país crezca, es necesario que los impuestos sean bajos. Un país de poco desarrollo como Venezuela no puede aplicarle a sus nacionales y a sus empresas un impuesto igual al de un país que ya está desarrollado. Por tanto, toca la reducción de impuestos y por tanto la reducción del tamaño del gobierno. Esto es importantísimo, porque todos los defectos del modelo que se aplica se basan en el desequilibrio de las cuentas fiscales, y no puede este solucionarse con un incremento de impuestos. Su solución pasa por la reducción del gasto.
Si se privatiza todo, y si el tamaño del gobierno se reduce, resulta innecesario realizar más devaluaciones y eso añadirá además de un ambiente con poca inflación, un ambiente en el que los que trabajen y ahorren se enriquezcan, lo que redundará en la mejora de toda la población. ¿no es eso el desarrollo?
Ahí tienen la receta.

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