viernes, 7 de marzo de 2014

SICAT o NOCAT, he ahí el dilema


Hay mucho revuelo sobre lo que  será el nuevo SICAD. Nos preocupa, porque algunas explicaciones son contrarias a la lógica económica y creemos necesario explicar, qué es eso, cómo funciona y cuáles son las incidencias de esta modalidad de mercado financiero. En primer término, el SICAD 2 no es más que una nueva versión del viejo sistema que se generó en el cuarto control de cambio en 1994 y que se denominó Dólar Brady, porque era un negocio arbitral entre los bonos soberanos en dólares del llamado plan Brady. Ese mismo sistema se implantó en el quinto y último control de cambios, que inicialmente se realizaba con arbitrajes de ADR, dado que el sistema impidió que se utilizara la deuda externa. Luego, en 2004, se comenzó a utilizar un sistema combinado con ADR y con Bonos, y como el gobierno entendió que podía sacar el jugo fiscal, en 2005 prohibió los ADR y limitó el juego a bonos emitidos por el gobierno en moneda externa. A eso lo denominamos Dólar Permuta

Todo lo que vamos a decir, debería ser obvio, sobre todo, porque al haberse aplicado tantas veces, todos deberían conocer cómo es esto, pero sorprende la cantidad importante de errores que se repiten. En todo caso, eso es realmente un mercado que en términos técnicos se denomina Mercado de Flotación Limpia, porque no necesita al banco central para realizar operaciones cambiarias. Por tanto no requiere reservas internacionales. Hay algunos países que lo utilizan, por ejemplo Singapur. Eso sí, un sistema así, al no requerir Reservas, trabaja con moneda nacional y la cantidad de moneda nacional queda constante, a menos que el banco central emita moneda fiduciaria o no, y con los dólares del exterior, por lo que las reservas no se afectan. Por esta razón, no comprendo porque hay, incluso economistas que dicen que todo depende de si el banco central tiene reservas, o si PDVSA vende o no. Todo eso es circunstancial, eso sí, estamos metidos en una trampa, dado que la única empresa que produce divisas en Venezuela, gracias a toda esta suerte de nacionalizaciones y destrucción industrial, es PDVSA, entonces la oferta sería la que alguno que otro particular coloque y consideramos que a 80 Bs/$ puede haber oferta.

Cómo funciona un sistema de cambios normal.

El sistema de cambios que generalmente se usa en casi todos los países es el de flotación sucia, y se denomina así, porque el Banco Central interviene comprando y vendiendo dólares y cada vez que compra, emite moneda, que los economistas denominan dinero base y cada vez que vende divisas, entonces, destruye moneda nacional. Cuando el banco central compra dólares, o compra reservas, emite dinero y eso es lo que se llamaba inflación, antes de inventar los índices de precio. Cuando, por el contrario, vende dólares o vende reservas, entonces eso retira dinero de la circulación y eso debería contribuir a reducir los precios, es decir ese dinero que disminuye es lo que reduce la inflación o incluso, puede llegar a generar deflación. Esa es la razón por la que es mejor no tener control de cambios, y un banco central serio que funcione como una junta monetaria para evitar la inflación e incluso las burbujas y crisis financieras. Pero ese no es nuestro tema.
Esa intervención del banco central es lo que provoca que a este sistema se le llame de flotación sucia. Realmente, el cambio parece estar libre, pero, en casos como el venezolano, en que el banco central es del gobierno y las empresas que producen divisas están obligadas a venderle divisas al banco central, provocan que el único especulador del mercado cambiario sea el banco central. Hoy, después de la última ley del banco central (2009), PDVSA puede disponer libremente de las reservas recortando la capacidad monopolizadora del banco central.

Cómo funciona el sistema de flotación limpia

Cuando el sistema es arbitral, como el Dólar Brady, como el Dólar CANTV, o como la famosa permuta, si un venezolano quiere comprar dólares compra un bono de estos (o, en el caso del dólar CANTV, un ADR) en bolívares y vende simultáneamente en el mercado externo el mismo instrumento en dólares en un mercado exterior. Por eso el Banco central no se afecta y no se destruyen bolívares ni salen reservas del banco central. Si un venezolano quiere vender dólares, compra el bono en dólares en el exterior y lo vende en bolívares en Venezuela. Eso hace que las reservas no crezcan y al mismo tiempo no provoca ningún crecimiento de la liquidez, de hecho, la liquidez no crece, por lo que no debería haber inflación, por lo que en un sistema así, si se crea inflación es porque el banco central emite dinero, que incluso, no tiene respaldo en reservas. Este es curiosamente, el sistema más liberal, por lo que es extraño que quienes se confiesan socialistas y anticapitalistas, prefieran utilizarlo. Pero dado el desconocimiento general del tema, incluso en los “expertos”, no extraña para nada.
Como se puede extraer de lo explicado antes, el banco central es realmente el gran desestabilizador del sistema de cambios. Incluso en un sistema como el de flotación limpia, en el que el banco central no debería crear dinero. Por tanto, si existiera dicho cambio de flotación limpia, sería innecesario el control de cambio y si el sistema fuese de flotación sucia, no habría de hecho y de derecho, control de cambios.

Qué ocurre en Venezuela

En el control que vivimos, el banco central adjudicaba divisas por un sistema administrado que se denominaba CADIVI, a un tipo de cambio llamado oficial, primero a Bs 1600, después en Bs. 1920, luego Bs. 2150, luego hicieron ese malabarismo que llamaron bolívar fuerte y transformaron el cambio en Bs. 2,15 y luego Bs. 4,30. Pero al mismo tiempo tenían funcionando el sistema de permutas, que es necesario en un sistema de control para generar una válvula de escape. El defecto de esa válvula es que en un país como Venezuela en el cual el banco central para complacer al gobierno emite ingentes cantidades de dinero. Entonces, al no haber destrucción del dinero base, como comentamos antes, alimenta de manera importante la inestabilidad y la devaluación de ese cambio que llamamos permuta, haciendo cada vez menos real el cambio oficial. De hecho, en Venezuela el cambio oficial sirve para que los importadores compren esos dólares baratos, para importar y los precios, siempre se han fijado por un supuesto dólar de sustitución que siempre es superior al de compra, por lo que puede ser mayor que el de permuta. Todo depende de la demanda del producto que se vende, su competencia y otros elementos que, por supuesto pueden involucrar a las ventajas monopólicas que el mismo gobierno le otorga al importador. ¿Por qué ocurre esto? Entre otras, porque el importador entiende que el sistema siempre es propenso a la devaluación, él quiere protegerse de ella, y trata de fijar los precios de esa manera, en la medida de lo posible. Por eso cuando alguien dice, el gobierno es el que devalúa cuando pasa el dólar oficial de por ejemplo a Bs. 11 a Bs. 11,30, para usar cambios del SICAD 1, estamos diciendo una soberana tontería, porque casi todos los precios del mercado están fijados en Bs. 80 o más.
El temor a colocar el dólar en Bs. 80 es otra tontería, porque ya está ahí, de ahí puede bajar, pero eso depende de lo seria que sea la política económica y eso en Venezuela hace años que no pasa.
Cuando existía la permuta hasta 2009, el dólar de permuta era inestable, pero el gobierno detenía esa inestabilidad emitiendo y vendiendo bonos. Eso incrementó mucho la deuda externa, lo que es un verdadero absurdo, pero como comentamos la política económica no es seria. Sin embargo, cuando el banco central colocaba esos bonos, actuando como agente financiero del gobierno, lograba bajar el cambio, haciendo que se acerque al cambio oficial. En la prensa, e incluso en boca de muchos economistas oímos que de esa manera se hacía política monetaria restrictiva, es decir, se reducía la liquidez. Eso es otro error teórico de importancia. Por ejemplo, si el bono es de PDVSA, el banco central lo vendía y le entregaba los bolívares que recogía a la empresa petrolera y quien compraba el bono denominado en dólares, pagaba esos bolívares y luego vendía el bono en el exterior en dólares, consiguiendo dólares sin afectar las reservas internacionales. Como el mercado del dólar es un mercado como cualquier otro, quien quería dólares los conseguía y eso bajaba la demanda, haciendo que el cambio bajase, pero como la liquidez realmente no cambiaba, el dólar de permuta comenzaba a crecer de nuevo de precio, provocando una nueva emisión, una nueva caída y después otra alza. Pasó tantas veces, que uno se extraña como no se dan cuenta. Por supuesto, la inestabilidad que se provocó en 2010, fue indetenible, porque el banco central emitió bolívares en exceso, provocando una demanda muy fuerte (los economistas, para confundir, decimos inelástica) que no se sació, por lo que ocurrió, con intervención y cárceles en 2010, fue como siempre culpa del banco central y de su dueño: el gobierno.

Qué ocurriría con el SICAD 2

La normativa no ha salido. Por tanto, consideramos que no arrancará el lunes 10 de marzo, a menos que la normativa salga el sábado o el domingo. Si permiten que todos compren o vendan divisas, como vienen diciendo, el dólar arrancará en Bs. 80 y luego lentamente, al ver que se consiguen, el dólar irá bajando de precio. Pero eso requiere que PDVSA venda en ese sistema, a ellos les conviene, porque conseguirían más bolívares por cada dólar. ¿Por qué? El verdadero negocio es conseguir dólares a Bs 4,30; o a Bs. 6,30; o a Bs. 11; o incluso a Bs. 20 y venderlo en Bs. 80. Pero no todos compran a Bs. 80 y eso hace que cada vez haya menos compradores, haciendo que el valor disminuya acercándose a Bs. 30 o Bs. 40.
Si el BCV no hace más locuras, según el Balance de Enero el cambio sería Bs 31,84/$, pero no damos garantías que eso se mantenga en esos niveles desde febrero y ya febrero terminó.
Esto funcionaría mejor, si el Banco central vendiese los dólares; recordemos que si él vende, eso destruye dinero base, haciendo que reduzca la cantidad de bolívares para comprar dólares. Todo depende después de la seriedad del banco central, porque recordemos que él suele complacer a su dueño que es el gobierno y le emite dinero sin respaldo, lo que añade inestabilidad al sistema.
Ahora, si el nuevo sistema se hace limitando la cantidad de personas que pueden comprar dólares, entonces, probablemente se comience a cotizar de una vez a Bs. 30 o Bs 40, pero inmediatamente, seguirá un cambio negro a Bs. 80 y quizá más, porque harían un negocio conseguir los dólares en el SICAD 2 para venderlo en el negro. Por supuesto la brecha entre el negro y el cambio SICAD 1 o SICAD 2, se incrementará en la medida que el Banco Central vuelva a emitir para ayudar la gestión fiscal del gobierno.
Como pueden ver el mejor escenario es que liberen el cambio, pero todavía hay mucho tiempo para cometer errores y bastantes ingenuos que creen que los mercados tienen que ser regulados, controlados e intervenidos. Yo optimistamente, estoy a la espera del colapso, para ver cuando reina el orden que sólo da la libertad.



2 comentarios:

Unknown dijo...

excelente post prof, le recomiendo active los link de facebook y twitter (aparecen en la configuracion de blogger) para poder compartir con comodidad sus artículos! saludos!

Daniel Lahoud dijo...

Así lo haré, Gracias Oscar