martes, 12 de octubre de 2010

El nobel y la humanidad

Tengo que admitir que me sorprendió cuando recibí la noticia del Nobel para Vargas Llosa. Cuando era estudiante de Bachillerato, el Hermano Miguel Arbizu quien me dio literatura en los primeros cuatro años en La Salle, supo llenar mi curiosidad con las más diversas lecturas y estimuló la capacidad de comunicarme con la obligación de realizar ensayos en cada examen mensual. Tengo la impresión hoy que recibo a mis alumnos en la Universidad que eso es un fenómeno extraño en Venezuela.
Así conocí a Borges y el pertinaz argentino llenó mis fantasías intelectuales, porque leer a Borges es casi ir a la clase de un gran erudito, pero de la misma manera García Márquez y el fino humor de un Peruano llamado Vargas Llosa, que me atraía en su forma de escribir que parecía llena de experimentación personal. Por supuesto, de Borges sabemos que era un contrariador y como el sabía la popularidad de lo que siempre se llamó “la izquierda” se reía de los periodistas que se acercaban afirmando que él era partidario de la derecha, y otras impertinencias, que llegaron al climax cuando afirmó que los chilenos debían elevar una estatua a Pinochet, porque los había librado del comunismo. Esas impertinencias, alejaron a Borges del Nobel y creo que nadie en Latinoamérica se lo merecía más que él. En una ocasión le leí en una de las entrevistas, que si se lo habían dado a la Mistral el se lo merecía, pero si se lo habían dado a Asturias o a Neruda él no. Amargo, puesto que el poeta menor como él mismo se llamó era tan grande como Neruda, y se lo merecía. Pero ya no está aquí y eso complicaba mi visión de los que entregaban el Nobel. ¿Eran más importantes las opiniones, que la literatura?
En un continente donde hasta los ricos quieren ser de izquierda, me sorprendió que Vargas Llosa decidiera opinar en contra de las dictaduras, las de derecha y las de izquierda, ¿y es que hay diferencia? ¿Es que el supuesto izquierdismo de Castro es indulgencia para el crimen? ¿Es que la supuesta derecha de Pinochet hace que sea el único execrable? ¿Me da la impresión que ambas cosas son malas? pero al menos Pinochet se apartó para que hubiese democracia en su país, el otro ni siquiera es capaz de abandonar para que su país tenga paz y libertad.
Juraba que las declaraciones de Vargas Llosa lo condenaban eternamente a vivir sin el premio máximo de las letras mundiales. Pero hay luz, los seres humanos nos sorprenden en su humanidad y la academia de Suecia le entregó el Nobel a uno de los latinoamericanos que más se lo merece, porque la literatura es mucho más importante que las opiniones. SI no fuese así, el deseo de los intelectuales de izquierda que quieren condenar a sus hermanos a crueldades como la castrista, no tendrían exoneración posible, ni siquiera por que sus errores de pensamiento manchan la belleza de lo que nos han dejado en cada hoja de sus escritos.
Gracias a la academia, porque hizo justicia a Vargas Llosa.

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