Las dos últimas semanas han sido demasiado violentas y quiero aprovechar este fin de semana para hablar de lo ocurrido. Fundamentalmente los bancos y casas de bolsa que han caído son demasiado pequeñas para significar algo dentro del sistema total.
También estaban conformadas en sus presidencias y en sus direcciones por personas sin experiencia bancaria. Naturalmente, hay gente que ha sufrido por el congelamiento de los depósitos y porque FOGADE garantiza apenas Bs. 10.000 por depositante.
La experiencia bancaria debería ser una condición natural para que le permitan a alguien gerenciar un negocio de ese tipo. De hecho, los bancos que quebraron en 1994, estaban quebrados desde 1988 y quebraron cuando a su insolvencia se unió un problema de liquidez severo. Pero fundamentalmente eran bancos que no actuaban como tales. Muy parecido a lo que estuvo ocurriendo en los actuales momentos.
Los banqueros de verdad, no hacen negocios para si mismos. Lo que deben hacer es captar recursos (depósitos) y tratar de colocarlo en negocios que sean rentables, préstamos a personas que de verdad paguen, los intereses y el capital prestado, para luego poderle pagar a los depositantes.
Si el banquero se presta a si mismo, generalmente no se preocupa por la rentabilidad del negocio. Se preocupa por resolver su problema de recursos, puesto que el conflicto de intereses le impide establecer si eso es riesgoso o no. Eso es lo que mató a los bancos de los 90 y lo que está matando a los banquitos del siglo XXI.
Como esto no representa un problema grande, como lo de los 90. Entonces el problema no es importante en realidad es el 10,29% de los activos totales del sistema financiero venezolano. Si lo medimos en depósitos es el 6,21% de todos los depósitos del sistema. Realmente no es tan importante. Además, como expresamos arriba, se trata de un grupo tan pequeño que no representa realmente un problema financiero. Pero eso sí, como ocurre con otras cosas en Venezuela, en pequeño el negocio de estos bancos está siendo administrado, por quienes no son banqueros y por quienes improvisan en su actuación, cualquier parecido con quienes gobiernan y han gobernado a este país desde 1968 es sólo una simple coincidencia, simple, pero cruel.
La banca venezolana está sana, a pesar de quienes dicen ser analistas financieros y realmente son llevadores y traedores de rumores, chismes y que apenas se preocupan por estudiar realmente la situación. En Venezuela no hay crédito suficiente para ocasionar un problema financiero importante. Apenas es un 42.2% de los activos totales del sistema y en junio era 42.1%. Por lo que el crédito no ha estado creciendo de manera importante, lo que si podría ser una causa natural de crisis. Las crisis se desatan en la cima de un ciclo económico y Venezuela tiene dos trimestres cayendo, si se fuese a presentar un problema financiero éste debería haber ocurrido en el lapso entre marzo y junio de 2009, no en diciembre. Es tarde, realmente, para que se presente una crisis bancaria en Venezuela. Insistimos, estas pequeñas instituciones están administradas por personas que no saben nada del negocio y que se creen dueñas de lo que no es suyo. Simple, cruel, pero coincidencialmente cierto.
Sólo es posible el desarrollo en libertad. Democracia no es presidencialismo. No por mucho votar, un país es democrático y sobre todo, los gobiernos siempre son organizaciones que deben ser limitadas a unas pocas funciones que el conjunto de los ciudadanos le permita a estos administradores
viernes, 11 de diciembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
El Banco Central otra vez
Recientemente se reformó la ley del banco central, para hacerlo aún más útil a los efectos de la política. Es absolutamente inútil expresar malestar, o hacer críticas si quienes hacen lo que hacen creen que tienen la razón y que no se van a equivocar.
Lo único que queda a los que esperamos que se inicien las reformas es proponer reformas de verdad.
Los bancos centrales no son en lo más absoluto necesarios para el buen desenvolvimiento económico, de hecho, los más viejos son el de Suecia (1668) y el de Inglaterra (1694) el primero era propiedad del Estado Sueco y el segundo privado, pero funcionaba con autorización del gobierno Inglés. Como se nota la civilización funcionó sin ellos, casi sin problemas. De hecho los bancos centrales modernos son de finales del siglo XIX y principios del XX. El Banco de la Reserva Federal, fundado en 1913 es totalmente público, aunque hay algunos escritores creativos que inventaron una historia en la cual el FED es privado y que le pertenece a familias ricas del siglo XIX, que ya no figuran entre los más ricos, pero los socialistas generalmente, son así, inventan historias sin documentos, basados en teorías conspirativas que al final la gente acepta porque creen que así debería ser, sin importar que la verdad sea otra.
Estos bancos tienen que funcionar atados al gobierno, y son el vínculo entre los gobiernos que siempre son organizaciones delictivas y sus cómplices económicos y financieros los bancos. Como los bancos no podrían subsistir en un sistema de créditos sin respaldo, como el que existe desde el siglo XIX y como fue ratificado con el consenso keynesiano, ellos requieren un banco central para que les inyecte liquidez, de manera de no hacer crisis y llevar a un colapso financiero. Sin embargo, estos fenómenos se siguen dando, fundamentalmente producto de la poca ética de los banqueros y en segundo término por la complicidad del banco central y los organismos de control gubernamental.
Como los bancos prestan creando dinero artificial, entonces quienes reciben esos pagos son temporalmente aquietados, porque quienes depositaron dinero de verdad facilitan los fondos para que parezca cierto que hay dinero en los bancos. Cuando se presentan problemas de “corto plazo” el banco central puede suplir esos billetes para que la ilusión permanezca, pero en los momentos de crisis masiva del sistema, es cuando ninguno se da abasto y las consecuencias no se hacen esperar, estas son alzas en las tasas, devaluación y por supuesto, recesión. Desde entonces (siglo XIX) las economías están sujetas a sucesivos ciclos de expansión y recesión y todos le echan la culpa al Capitalismo. Como este no tiene quien lo defienda, entonces, víctima de un socialismo más ligero termina difamado y también, como las personas comunes y corrientes quieren verdades absolutas, aceptan esta como otro “dogma de fe”, ahora bien, si usted leyó esto sabe que los culpables de las crisis y las recesiones son el banco central, el gobierno y los banqueros, los tres socios en el contubernio delictual de la acción gubernamental.
Ahora, el Banco Central de Venezuela acaba de recibir una nueva ley. Esta ley lo que hace es convertir en legal las atrocidades que se están poniendo en práctica desde hace diez años. El resultado de esto ni siquiera está en manos de los que desde el gobierno pretenden dirigir la economía, el resultado de esto está gestándose en Dubay, su crisis de deuda le va a pegar duro al mercado petrolero y al sistema financiero otra vez. Esta crisis no tiene solución de corto plazo.
Queremos que quede bien claro, los gobiernos no son hábiles para gerenciar la economía, ni el norteamericano, ni ningún gobierno europeo, menos un cuartel que se cree país y que pretende que las leyes del mercado, como las de gravedad obedezcan las órdenes de quien no sabe hacer un cheque.
Prepárense, tenemos crisis para rato.
Lo único que queda a los que esperamos que se inicien las reformas es proponer reformas de verdad.
Los bancos centrales no son en lo más absoluto necesarios para el buen desenvolvimiento económico, de hecho, los más viejos son el de Suecia (1668) y el de Inglaterra (1694) el primero era propiedad del Estado Sueco y el segundo privado, pero funcionaba con autorización del gobierno Inglés. Como se nota la civilización funcionó sin ellos, casi sin problemas. De hecho los bancos centrales modernos son de finales del siglo XIX y principios del XX. El Banco de la Reserva Federal, fundado en 1913 es totalmente público, aunque hay algunos escritores creativos que inventaron una historia en la cual el FED es privado y que le pertenece a familias ricas del siglo XIX, que ya no figuran entre los más ricos, pero los socialistas generalmente, son así, inventan historias sin documentos, basados en teorías conspirativas que al final la gente acepta porque creen que así debería ser, sin importar que la verdad sea otra.
Estos bancos tienen que funcionar atados al gobierno, y son el vínculo entre los gobiernos que siempre son organizaciones delictivas y sus cómplices económicos y financieros los bancos. Como los bancos no podrían subsistir en un sistema de créditos sin respaldo, como el que existe desde el siglo XIX y como fue ratificado con el consenso keynesiano, ellos requieren un banco central para que les inyecte liquidez, de manera de no hacer crisis y llevar a un colapso financiero. Sin embargo, estos fenómenos se siguen dando, fundamentalmente producto de la poca ética de los banqueros y en segundo término por la complicidad del banco central y los organismos de control gubernamental.
Como los bancos prestan creando dinero artificial, entonces quienes reciben esos pagos son temporalmente aquietados, porque quienes depositaron dinero de verdad facilitan los fondos para que parezca cierto que hay dinero en los bancos. Cuando se presentan problemas de “corto plazo” el banco central puede suplir esos billetes para que la ilusión permanezca, pero en los momentos de crisis masiva del sistema, es cuando ninguno se da abasto y las consecuencias no se hacen esperar, estas son alzas en las tasas, devaluación y por supuesto, recesión. Desde entonces (siglo XIX) las economías están sujetas a sucesivos ciclos de expansión y recesión y todos le echan la culpa al Capitalismo. Como este no tiene quien lo defienda, entonces, víctima de un socialismo más ligero termina difamado y también, como las personas comunes y corrientes quieren verdades absolutas, aceptan esta como otro “dogma de fe”, ahora bien, si usted leyó esto sabe que los culpables de las crisis y las recesiones son el banco central, el gobierno y los banqueros, los tres socios en el contubernio delictual de la acción gubernamental.
Ahora, el Banco Central de Venezuela acaba de recibir una nueva ley. Esta ley lo que hace es convertir en legal las atrocidades que se están poniendo en práctica desde hace diez años. El resultado de esto ni siquiera está en manos de los que desde el gobierno pretenden dirigir la economía, el resultado de esto está gestándose en Dubay, su crisis de deuda le va a pegar duro al mercado petrolero y al sistema financiero otra vez. Esta crisis no tiene solución de corto plazo.
Queremos que quede bien claro, los gobiernos no son hábiles para gerenciar la economía, ni el norteamericano, ni ningún gobierno europeo, menos un cuartel que se cree país y que pretende que las leyes del mercado, como las de gravedad obedezcan las órdenes de quien no sabe hacer un cheque.
Prepárense, tenemos crisis para rato.
domingo, 11 de octubre de 2009
Las medidas que necesita Venezuela
Varios amigos me preguntaron ¿qué medidas crees que tome el gobierno? ¿devaluará? ¿liberará el cambio? ¿cambiará de rumbo? Y mi respuesta fue: no creo que hagan nada.
Pero ciertamente no es la primera vez, este blog arrancó con las primeras medidas que supuestamente iba a tomar el gobierno en marzo de 2009, cuando todos creían que se iban a enseriar.
Hoy han pasado diez años de gobierno y técnicamente estamos peor que al inicio. Eso sí, hay quienes están muy contentos, e incluso hay algunos que no han perdido las esperanzas de que todo mejorará.
Como se que eso es imposible mientras no haya una verdadera rectificación y un cambio diametralmente opuesto al rumbo que hemos tomado. Voy a permitirme sugerir algo, no porque a mi me interese alguna posición política. Puesto que no me considero hábil para esos menesteres y tampoco creo que ningún intelectual, que lo que sabe es pensar debe meterse en problemas operativos.
Entonces, conmigo pasa distinto que con los colegas que levantan sus cuellos para que los vean con sombrero ministerial, yo no quiero usar corbata y tampoco quiero sentarme en un escritorio, si no es a escribir y decir lo que pienso.
¿Qué se debe hacer en un país como Venezuela para recuperarse?
Eso puede ser material para escribir un libro, pero vamos a tratar de ser simples, sobre todo, porque la simpleza puede dar más luz que la erudición económica.
1.- Desde que el gobierno de Carlos Andrés Pérez nacionalizó el petróleo, el hierro y otras cosas (bancos, compañías eléctricas, una televisora y hasta el Banco Central) el país anda muy mal, la razón de eso es porque las empresas administradas por el gobierno son un fracaso y desde entonces, los políticos que copian a CAP, como es el caso de nuestro presidente, lo único que provocan es la destrucción de las empresas que nacionalizan. Incluso la privatización que también la lideró CAP y que fue secundada por Caldera fue un fracaso. Por qué, debido a que en lugar de contribuir a la democratización, fue una monopolización privada de las propiedades privatizadas. Hoy es necesario privatizar, urgentemente todo lo nacionalizado, incluso las tierras que durante casi un siglo le pertenecen al gobierno, y de las cuales dispone como si él fuese el único dueño del Estado.
Pero esa privatización no puede ser como la hizo CAP, tiene que ser buscando un socio mayoritario que ejerza la administración y compartiendo su propiedad con todos los venezolanos. Eso obligará a dos cosas, que los nacionales comiencen a preocuparse por sus propiedades y a que el socio mayoritario tenga un muro de contención, en los accionistas minoritarios.
Eso llevaría a un desarrollo consecuente en los mercados de capital, un incremento en la recaudación impuestos, sin incrementar la tasa de recaudación y una mejora sustancial en la cultura y en el capital del venezolano que siempre ha sido un pobre endémico.
2.- Hay que reducir drásticamente los impuestos, tanto el IVA como el ISLR, en especial los que pechan a los trabajadores, ningún venezolano persona natural debe pagar impuestos, puesto que eso es una expropiación injusta. Los impuestos deben ser cancelados por las empresas, pero tampoco en esas tasas monstruosas que cobran en nuestro país. Un país sólo se puede desarrollar con bajos impuestos, y lo que tenemos no son bajos, y tampoco son impuestos son expropiaciones injustas y legalizadas.
3.- El gobierno debe conducir una reforma drástica en su presupuesto, no se puede seguir gastando como se lo hace, puesto que no estamos apoyando el desarrollo nacional, ciertamente, las compras de alimentos, productos e insumos al exterior es una traición a los nacionales, quienes pagan eso con desempleo, recesión y miseria. El gobierno debe reducir su tamaño, urgentemente y debe reducir sus gastos, puesto que él está para servir a los ciudadanos, con servicios decentes y los nacionales no están para mantenerlo en sus ineficiencias, errores y otros perjuicios que nos causa.
4.- El gobierno debe impulsar una reforma constitucional que limite seria y severamente sus atribuciones y que impida que otro loco, como todos los que nos han gobernado desde 1830 actúe como el propietario del país y nos vea a nosotros como sus esclavos.
5.- El gobierno debe establecer un plan para reducir el precio del dólar. En primer lugar, liberalizarlo, en segundo lugar no jugar emitiendo bonos y billetes a mansalva puesto que eso es lo que impulsa la devaluación y su posterior efecto en los precios. Si logramos esto, las expectativas que son las que marcan el nivel de los precios van a ser bajistas y los precios por fin cederán a la presión que siempre es efectiva por la falta de disciplina del gobierno y por la falta de probidad del BCV que alcahuetea todo lo que el gobierno desea.
6.- El gobierno debe dejar que las fuerzas del mercado actúen libremente, y fundamentalmente no mentir. Ya nadie recuerda, pero todos los gobiernos que han establecido controles de cambios dijeron que nunca los iban a montar, y todos los gobiernos que devaluaron la moneda, dijeron que ellos no iban a devaluar. En 2003, cuando se estableció el último control, el gobierno dijo que era provisional, que lo hacían por necesidad y que lo suspenderían cuando las Reservas llegaran a US$ 18.000 millones. La promesa seguro que se realizó porque jamás creyeron que iba a llegar ahí, de hecho, pasó de largo y no liberaron el cambio. ¿qué pasó? Están esperando que vuelva a US $18.000 millones? Los gobiernos que mienten, no crean confianza y si no hay confianza, nunca va a haber crecimiento de verdad. Todo será como lo que hemos visto hasta hoy.
Pero ciertamente no es la primera vez, este blog arrancó con las primeras medidas que supuestamente iba a tomar el gobierno en marzo de 2009, cuando todos creían que se iban a enseriar.
Hoy han pasado diez años de gobierno y técnicamente estamos peor que al inicio. Eso sí, hay quienes están muy contentos, e incluso hay algunos que no han perdido las esperanzas de que todo mejorará.
Como se que eso es imposible mientras no haya una verdadera rectificación y un cambio diametralmente opuesto al rumbo que hemos tomado. Voy a permitirme sugerir algo, no porque a mi me interese alguna posición política. Puesto que no me considero hábil para esos menesteres y tampoco creo que ningún intelectual, que lo que sabe es pensar debe meterse en problemas operativos.
Entonces, conmigo pasa distinto que con los colegas que levantan sus cuellos para que los vean con sombrero ministerial, yo no quiero usar corbata y tampoco quiero sentarme en un escritorio, si no es a escribir y decir lo que pienso.
¿Qué se debe hacer en un país como Venezuela para recuperarse?
Eso puede ser material para escribir un libro, pero vamos a tratar de ser simples, sobre todo, porque la simpleza puede dar más luz que la erudición económica.
1.- Desde que el gobierno de Carlos Andrés Pérez nacionalizó el petróleo, el hierro y otras cosas (bancos, compañías eléctricas, una televisora y hasta el Banco Central) el país anda muy mal, la razón de eso es porque las empresas administradas por el gobierno son un fracaso y desde entonces, los políticos que copian a CAP, como es el caso de nuestro presidente, lo único que provocan es la destrucción de las empresas que nacionalizan. Incluso la privatización que también la lideró CAP y que fue secundada por Caldera fue un fracaso. Por qué, debido a que en lugar de contribuir a la democratización, fue una monopolización privada de las propiedades privatizadas. Hoy es necesario privatizar, urgentemente todo lo nacionalizado, incluso las tierras que durante casi un siglo le pertenecen al gobierno, y de las cuales dispone como si él fuese el único dueño del Estado.
Pero esa privatización no puede ser como la hizo CAP, tiene que ser buscando un socio mayoritario que ejerza la administración y compartiendo su propiedad con todos los venezolanos. Eso obligará a dos cosas, que los nacionales comiencen a preocuparse por sus propiedades y a que el socio mayoritario tenga un muro de contención, en los accionistas minoritarios.
Eso llevaría a un desarrollo consecuente en los mercados de capital, un incremento en la recaudación impuestos, sin incrementar la tasa de recaudación y una mejora sustancial en la cultura y en el capital del venezolano que siempre ha sido un pobre endémico.
2.- Hay que reducir drásticamente los impuestos, tanto el IVA como el ISLR, en especial los que pechan a los trabajadores, ningún venezolano persona natural debe pagar impuestos, puesto que eso es una expropiación injusta. Los impuestos deben ser cancelados por las empresas, pero tampoco en esas tasas monstruosas que cobran en nuestro país. Un país sólo se puede desarrollar con bajos impuestos, y lo que tenemos no son bajos, y tampoco son impuestos son expropiaciones injustas y legalizadas.
3.- El gobierno debe conducir una reforma drástica en su presupuesto, no se puede seguir gastando como se lo hace, puesto que no estamos apoyando el desarrollo nacional, ciertamente, las compras de alimentos, productos e insumos al exterior es una traición a los nacionales, quienes pagan eso con desempleo, recesión y miseria. El gobierno debe reducir su tamaño, urgentemente y debe reducir sus gastos, puesto que él está para servir a los ciudadanos, con servicios decentes y los nacionales no están para mantenerlo en sus ineficiencias, errores y otros perjuicios que nos causa.
4.- El gobierno debe impulsar una reforma constitucional que limite seria y severamente sus atribuciones y que impida que otro loco, como todos los que nos han gobernado desde 1830 actúe como el propietario del país y nos vea a nosotros como sus esclavos.
5.- El gobierno debe establecer un plan para reducir el precio del dólar. En primer lugar, liberalizarlo, en segundo lugar no jugar emitiendo bonos y billetes a mansalva puesto que eso es lo que impulsa la devaluación y su posterior efecto en los precios. Si logramos esto, las expectativas que son las que marcan el nivel de los precios van a ser bajistas y los precios por fin cederán a la presión que siempre es efectiva por la falta de disciplina del gobierno y por la falta de probidad del BCV que alcahuetea todo lo que el gobierno desea.
6.- El gobierno debe dejar que las fuerzas del mercado actúen libremente, y fundamentalmente no mentir. Ya nadie recuerda, pero todos los gobiernos que han establecido controles de cambios dijeron que nunca los iban a montar, y todos los gobiernos que devaluaron la moneda, dijeron que ellos no iban a devaluar. En 2003, cuando se estableció el último control, el gobierno dijo que era provisional, que lo hacían por necesidad y que lo suspenderían cuando las Reservas llegaran a US$ 18.000 millones. La promesa seguro que se realizó porque jamás creyeron que iba a llegar ahí, de hecho, pasó de largo y no liberaron el cambio. ¿qué pasó? Están esperando que vuelva a US $18.000 millones? Los gobiernos que mienten, no crean confianza y si no hay confianza, nunca va a haber crecimiento de verdad. Todo será como lo que hemos visto hasta hoy.
miércoles, 8 de abril de 2009
La recesión
La recesión es una etapa necesaria en el devenir económico para que una economía que haya experimentado inflación estabilice sus precios y alcance una situación, desde donde pueda recuperarse de una manera sostenida. Sin embargo, las políticas que el Banco Central aplica para recuperar la economía, son las que germinan la magnitud y la rapidez con que se presente la futura recesión.
domingo, 29 de marzo de 2009
Sobre las medidas
El país entero estaba a la expectativa, todos creían una sarta de tonterías que probablemente sólo tenían asidero en el rumor. Creían que se iba a subir la gasolina, que se iba a proceder a utilizar el encaje para financiar al gobierno, y que por tanto, iban a copiar “el corralito”, que al final es la medida favorita de los argentinos. De hecho, hay algo de idiosincrasia en la política, incluso en la política económica. Los argentinos resuelven sus problemas con impuestos y aranceles, en extremos llegan a “el corralito”. Nosotros los venezolanos, aplicamos impuestos, controlamos precios y devaluamos, pero en extremos llegamos “al control de cambios” Algo de eso hubo en el “paquete que no es paquete” Lo cierto es que toda medida que tome el gobierno tiene que ser por necesidad política, de hecho el gobierno reconoce en su acción y no en sus palabras que es de profunda raigambre fascista.
A los fascistas no les importa la economía, y en ello diferencian su comportamiento de un socialista, o un comunista. Para los segundos, seguidores de verdad de Marx, la economía es la reina de las ciencias sociales y toda medida se dirigirá a establecer una mejor estructura de la producción, una actuación mas justa en el mercado.
Pero estas medidas son para mantener la propuesta de un gobierno centralista y centralizador de la acción, un gobierno que se siente como salido del absolutismo del siglo XVII y que quiere que sus súbditos paguen el desenfreno que aún se vive en el Versalles y las Tullerias de la abundancia petrolera. Hoy los trabajadores tenemos que pagar un IVA mayor para atender las exquisiteces de una corte que no mide consecuencias en su accionar.
Por eso, más que criticar lo que hacen como medidas políticas, vamos a hablar de lo que si sería un “programa liberal” no esta bazofia que no llega a ningún lado, tanto, que no queremos que nadie piense que los liberales somos tan mediocres para que se nos ocurra una tamaña estupidez.
1. Para reducir el déficit, la solución es reducir el tamaño del gobierno, e incluso proponemos eliminar el IVA, puesto que eso lo único que hace es reducir el consumo y expropiar injustamente a los ciudadanos. Por cierto un político liberal trata a sus jefes así de ciudadano, puesto que él no es “jefe", y menos "comandante”
2. Privatícese todo lo que antes Nacionalizose, puesto que no tenemos dinero para seguir desperdiciándolo, menos si ya no vamos a cobrar impuestos, eso significa que todo, incluso la industria petrolera pasa a sus legítimos dueños, los tenedores de la nacionalidad venezolana, ellos son el Estado en un régimen liberal, por tanto el gobierno no tiene derecho ni a administrar eso. Que lo administren los gerentes que sus accionistas de manera democrática y responsable designen, en sus asambleas y que respondan por sus actos responsablemente.
3. Proponemos que el presupuesto de educación, salud, policía y justicia se eleve y por supuesto, se eliminen todos los ministerios que no se relacionen con esos ramos, con la única excepción de un ministerio para las relaciones exteriores cuya función principal es servir de oficina de negocios para conseguir clientes para los productos del país y otro para la contratación de obras públicas, que desde ahora la harán las empresas privadas nacionales, y por último,
4. Libérese el cambio y privatícese el Banco Central. Para evitar que haya inflación, el banco central sólo podrá emitir bolívares por operaciones de cambio y los bancos serán absolutamente responsables por sus actos, para lo cual sus accionistas deben dar garantías para ser rematadas en caso de incumplimientos y malas administraciones.
Cuatro medidas, que no se parecen al paquete de Miguel Rodríguez, que al igual que todas las que aplique este gobierno pertenecen a ideologías totalitarias, antidemocráticas, no liberales. Para que los que no tengan ojos vean, que el liberalismo no es lo que dicen, ni lo que enseñan.
A los fascistas no les importa la economía, y en ello diferencian su comportamiento de un socialista, o un comunista. Para los segundos, seguidores de verdad de Marx, la economía es la reina de las ciencias sociales y toda medida se dirigirá a establecer una mejor estructura de la producción, una actuación mas justa en el mercado.
Pero estas medidas son para mantener la propuesta de un gobierno centralista y centralizador de la acción, un gobierno que se siente como salido del absolutismo del siglo XVII y que quiere que sus súbditos paguen el desenfreno que aún se vive en el Versalles y las Tullerias de la abundancia petrolera. Hoy los trabajadores tenemos que pagar un IVA mayor para atender las exquisiteces de una corte que no mide consecuencias en su accionar.
Por eso, más que criticar lo que hacen como medidas políticas, vamos a hablar de lo que si sería un “programa liberal” no esta bazofia que no llega a ningún lado, tanto, que no queremos que nadie piense que los liberales somos tan mediocres para que se nos ocurra una tamaña estupidez.
1. Para reducir el déficit, la solución es reducir el tamaño del gobierno, e incluso proponemos eliminar el IVA, puesto que eso lo único que hace es reducir el consumo y expropiar injustamente a los ciudadanos. Por cierto un político liberal trata a sus jefes así de ciudadano, puesto que él no es “jefe", y menos "comandante”
2. Privatícese todo lo que antes Nacionalizose, puesto que no tenemos dinero para seguir desperdiciándolo, menos si ya no vamos a cobrar impuestos, eso significa que todo, incluso la industria petrolera pasa a sus legítimos dueños, los tenedores de la nacionalidad venezolana, ellos son el Estado en un régimen liberal, por tanto el gobierno no tiene derecho ni a administrar eso. Que lo administren los gerentes que sus accionistas de manera democrática y responsable designen, en sus asambleas y que respondan por sus actos responsablemente.
3. Proponemos que el presupuesto de educación, salud, policía y justicia se eleve y por supuesto, se eliminen todos los ministerios que no se relacionen con esos ramos, con la única excepción de un ministerio para las relaciones exteriores cuya función principal es servir de oficina de negocios para conseguir clientes para los productos del país y otro para la contratación de obras públicas, que desde ahora la harán las empresas privadas nacionales, y por último,
4. Libérese el cambio y privatícese el Banco Central. Para evitar que haya inflación, el banco central sólo podrá emitir bolívares por operaciones de cambio y los bancos serán absolutamente responsables por sus actos, para lo cual sus accionistas deben dar garantías para ser rematadas en caso de incumplimientos y malas administraciones.
Cuatro medidas, que no se parecen al paquete de Miguel Rodríguez, que al igual que todas las que aplique este gobierno pertenecen a ideologías totalitarias, antidemocráticas, no liberales. Para que los que no tengan ojos vean, que el liberalismo no es lo que dicen, ni lo que enseñan.
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