Tengo que reconocer que estos días
fueron aleccionadores. Lo primero es afirmar que no se puede hacer nada, sin
una planificación, e incluso cuando se planifica, siempre la realidad nos
sorprende. Voy a lo concreto. El peor error político que había visto desde el
paro petrolero, o desde el golpe de Carmona, fue este cuento de “La Salida”
pero un error político, se puede transformar y de hecho se transformó en un
exitazo, los estudiantes le demostraron a buena parte del planeta, que esto no
es una democracia y que lo que tenemos es un gobierno de peleles, incompetentes
y que ahora, los chavistas sin Chávez no saben transformar errores en puntos a
favor, sino que se hunden en su propio estiércol. Bueno, lo que ocurre es que
los fascistas del siglo XXI, sólo aceptan de Marx el devenir histórico y la
predestinación, por eso creen que los individuos no aprenden y resuelven la
historia de una manera distinta. Menos mal.
Lo otro, es la inmediatez y el
Alzheimer venezolano, el único cuerdo de la partida, Henrique Capriles, ahora
es un cobarde, que no azuza a los estudiantes y que no sale a pelear, cuando la
pelea lleva ya varios muertos, más heridos, además de muchos más sometidos a la
injusticia venezolana.
En esto tengo que comentar que los
dos invitantes a “La Salida” están claramente definidos, a María Corina, quien
respeto mucho como mujer y como profesional, creo que tiene que ir con el mago
de Oz para que le regale una brújula, para ver si sabe dónde está, y qué puede
ocasionar. A nuestro Leopoldo López hijo, le deseo que no lo metan preso,
porque realmente de esa manera el gobierno lo estaría complaciendo y
convirtiéndolo en el ídolo de los locos que creen que esto tiene sólo salida
violenta, de corto plazo, y sin plan. ¿Se acuerdan de Carmona? ¿o no pueden con
el Alzheimer?
Los únicos bravos son ustedes, pero
ustedes no son mayoría, hay un montón de gente que votó en abril y que no está
en ese plan, y hay algunos que votaron a Maduro, que hoy apoyan “La Salida”
pero eso no es mayoría. La mayoría, recibe todavía subsidios, comida y otros
beneficios, que hasta que no se terminen o no sean suficientes con la inflación
no van a ponerse como ustedes. Esa mayoría es la que votó a Maduro, porque cree
que si ganan los de la oposición, se los quitan. Permanecer en este juego, no
saca a Maduro, lo atornilla y por eso, los que se fueron a La Florida, deben
dejar de dar órdenes por Twitter y permanecer callados, ya demostraron que les
interesa más su situación personal que el país, y deberían seguir cuidando sus
prebendas y dejar lo que abandonaron y no supieron defender. Para entender a
Venezuela, hay que vivir en ella y si regresan, deberían permanecer callados
uno o dos años, hasta aprender cómo se bate el cobre y participar en la batida.
Pero mientras no jorobe, goce de sus huracanes y sus hamburguesas pero no
jorobe, usted no entiende este país, ni le interesa.
Para concluir, líder no es el que
hace lo que todos quieren y se monta en la ola, con una tabla de surf. Líder es
quien es capaz de motivar y mover a la gente a hacer lo que no sabía que era
capaz de hacer, por eso, líder no es quien más grita, o quien le dice a usted
que le van a dar caramelo y chocolate, cada vez que llore, líder es quien le
dice a usted que el chocolate sale caro y que hay que pagarlo, pero él no se lo
paga, él hace que usted diga que lo va a pagar.
Quiero hacer notar algo importante,
yo voté a Henrique Capriles, pero lo hice a sabiendas que no pienso, ni creo en
los que asesoraban económicamente a ese caballero y que iban a llevar a
Venezuela a un nuevo desastre, otro lio como Caldera, u otro lio como el de
Pérez. Sin embargo lo vote, por considerar que era mejor que Maduro. Ahora,
estoy convencido, después de oír las diferentes veces que habló en la semana
que es el líder que el país se merece. Pero este país siempre prefirió a los
peores, y va como siempre por ese camino.