miércoles, 25 de mayo de 2011

Una economía Africana

El gobierno en una manifestación más de su hipocresía está conduciendo a sus diputados a discutir un proyecto de ley para condenar a los racistas. Nos parece excelente, pero ¿hay racistas en Venezuela? ¿dónde están además del gobierno? Bueno, ellos dicen que sí, que el país está poblado de racistas.
En la Venezuela del siglo XX el racismo se execró de la sociedad y de hecho la expresión Negro, mi negro o mi negrita es una manifestación de cariño y afecto. ¿racismo? Si todos hemos crecido con gente morena y que consideramos nuestros iguales porque todos somos en Venezuela unos más unos menos, morenos.
La pregunta fundamental aquí es ¿existen razas en la humanidad? Y la mejor expresión de ello es que cuando Albert Einstein llegó a los Estados Unidos huyendo de la pesadilla nazi que sí era racista, y se encontró ante el documento que se llena en la inmigración norteamericana en la cual se pregunta ¿Raza? El respondió: Humana. De hecho no hay diferencia entre negros, blancos, indios, judíos, Etc., Etc., y la respuesta de Einstein es un grito que convoca a todos a reconocernos como iguales, no por el decreto de un racista que gobierne, ni por esa hipocresía que llaman socialismo. Porque sencillamente todos nacemos iguales, con los mismos derechos y los mismos deberes.
La expresión para suavizar el apelativo de negro, que se usa en el país del norte a nosotros nos parece más racista que ninguna otra, porque es una manifestación de la profunda hipocresía de quien quiere suavizar de alguna manera sus sentimientos abiertamente racistas. Es tan feo llamar a alguien que uno quiere afrodescendiente y tan racista que desde hoy voy a llamar al viernes negro: Viernes Africano, al desempeño de la economía venezolana actual lo llamaré economía africana y al socialismo del siglo XXI que pretende destruir la economía venezolana y no dejar nada funcionando bien, lo llamaré africanismo del siglo XXI.
Esta hipocresía generalizada que llamamos quinta república para adular al racismo gobernante, lo llamaré el peor gobierno de la tercera república africana y espero que alguien antes que termine este período proponga la formulación de una cuarta república de verdad, que no sea racista, que sea bien productiva para que nos saque de África y nos lleve a un lugar en el norte de la América del Sur donde había una moneda fuerte, que no se africanizaba, donde había empleo y producción, es decir donde no había africanismos, de ningún color y menos rojo, cuyo significado es pérdida.