miércoles, 14 de diciembre de 2016

Buscándole lógica a la insensatez

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El domingo estaba aburrido cuando alguien envió un WhatsApp ® preguntando ¿que si el nuevo cono monetario traería mayor inflación? Y le contesté, que si había sustitución no tenía porque generarse más inflación. Ahí me enteré que habían dicho algo en cadena. Voy a repetir algo que he dicho hasta la saciedad, no veo, ni escucho cadenas desde el fatídico 11 de abril en el que abalearon la marcha a Miraflores y creo que si siguieran el ejemplo ya esta pesadilla hubiese terminado. Me enteré luego, por alguien que inició otra conversación por WhatsApp ® y entonces pude reírme hasta la saciedad.

Esto parece que lo hubiese escrito Vargas Llosa en Pantaleón y las visitadoras, este gobierno no se cansa de hacer estupideces y los venezolanos de seguirles la corriente. Desde entonces he oído de todo, y viniendo hoy de clases escuchaba a un joven que dice ser economista hablando tal suma de sandeces por la radio que no podía creer, parecía oír un capítulo de los expedientes X por radio.

Ahora vamos a poner las cosas en perspectiva, les voy a lanzar 4 hipótesis que pueden explicar por qué se les ocurrió  una ridiculez como esta. No me voy a burlar de la gente, porque de verdad sería cruel. No debe uno reírse de quienes ya sufren al peor gobierno del mundo, desde que Guzigú gobernaba en Guzilandia.

Hipótesis 1. Un babalao les dijo a estos caballeros que si no retiraban el billete de 100, antes de sacar el de 500 los iban a tumbar. Esta es la hipótesis más creíble, porque estos señores creen en cualquier cosa que diga un brujo.

Hipótesis 2. Un Sargento del Ejercito les dijo que una manera de castigar a todo el mundo y demostrar que uno es el que manda es haciendo una estupidez y viendo como todos hacen algo para subsanar la estupidez hecha.

Hipótesis 3. Están recogiendo los billetes para usarlos para imprimir los billetes de la nueva familia, porque no tienen tantos dólares para comprar papel de alta seguridad como el que usaba el billete de 100.

Hipótesis 4. Madurín estaba aburrido y quiso ver que ocurría si a él se le ocurría un invento de estos.

También les ofrecemos una explicación sensata a los mitos:

Mito 1. El billete se vendía en la frontera con prima, este sería el primer caso en la historia de un billete devaluado que se podría vender como billete a un precio mayor que su valor nominal. El billete de 100 tenía un costo mayor que su poder de compra, pero las cosas no se venden por el costo, se venden a un determinado precio, pero nadie va a pagar 120, 130 o 150 bolívares por una cosa que dice 100 y con la cual cada día se pueden comprar menos cosas. No insistan, la gente no es tan estúpida.

Mito 2. Unas mafias compraban el billete para falsificar dólares.  El Billete de 100 tiene tantas marcas de agua que no pueden ser utilizado para falsificar ningún billete, la gente se daría cuenta de inmediato que el billete es falso, por tanto perico esotérico que le colocaron. Si existiera una mafia como esta, que recoje billetes, deberían darle un premio, actúa mejor que un banco central recoge los billetes en exceso y los destruye para evitar que exista inflación, deberían despedir a todos los empleados del banco central y contratar a estos, hacen política monetaria verdaderamente autónoma, me quito el sombrero, son verdaderos patriotas.

lunes, 12 de diciembre de 2016

¿Qué hace fuerte a una moneda?



De dónde proviene la fortaleza del bolívar. Desde los primeros años del siglo XX Venezuela exporta petróleo y eso ha hecho que el país reciba una fuente constante y elevada de dólares, lo que hace que el respaldo de la moneda sea aplastante. Tanto, que hay una tendencia natural a la fortaleza del bolívar. Eso es lo que hace que en momentos de buenos precios del petróleo como los que vivimos entre 2003 y 2013 los venezolanos nos sintiésemos ricos. Pero cuando los precios del petróleo bajan. Que es lo que ha venido ocurriendo desde 2013 el país está en franco deterioro. Esa fortaleza es lo que ha hecho que a pesar que estamos en un proceso de hiperinflación abierta la devaluación y el índice no haya crecido a los niveles de los países del cono sur, o como Zimbagüe.

Hay tres elementos que hacen que una moneda tenga valor, en primer lugar que el gobierno de su país no conspire contra el valor de la moneda, en segundo lugar que el Banco Central no ayude al gobierno en esa conspiración y tercero, que las personas en general tengan confianza en el valor de esa moneda.

Veamos. En Venezuela se realizaron dos devaluaciones antes de 1983, la primera en 1934 y la segunda en 1961, ambas coincidieron con los dos primeros controles de cambio. El objetivo buscado no se consiguió y el gobierno le regaló esas dos devaluaciones a las trasnacionales petroleras que podían utilizar menos dólares para pagar los impuestos al gobierno. Por tanto el gobierno perdió en las dos situaciones. Después de 1976 cuando se estatizó el petróleo (el petróleo era más nacional con las trasnacionales) el gobierno se volvió dueño del petróleo y se benefició abiertamente con la devaluación. Tanto, que se hizo propenso a las devaluaciones y logró algo que algunos de los venezolanos no entienden, que es que cada vez que devalúan el gobierno se enriquece y el resto nos empobrecemos amargamente. Es decir, transfiere riqueza de nuestros bolsillos a él sin que nos demos cuenta, es el paraíso de un keynesiano. Por esa razón el gobierno tiende naturalmente a conspirar para hacer perder el valor del bolívar, porque a él le convienen las devaluaciones.

Lo segundo es que en la ley del banco central se establece que una de sus obligaciones es mantener el valor interno y externo de la moneda. Pero hago una pregunta para iniciar esta parte si usted está endeudado en bolívares y tiene muchos dólares, que le gusta: que se devalúe el bolívar,  que se mantenga, o que se revalúe. ¿Lo pensó? Pues el Banco Central tiene muchos dólares en su activo y debe mucho, porque emite muchos bolívares. Entonces, el Banco Central tiene un conflicto natural de intereses. Él es persona interesada en la devaluación y no le conviene que el valor de la moneda (bolívar) se preserve. Para colmo en octubre de 1974 el banco central se estatizó (también era y ha sido nacional siempre, nacional no significa estatal y estatal no significa nacional, mosca!!!) y desde entonces obedece a los deseos de su jefe el gobierno (no hay que confundir, en Venezuela Estado y Gobierno están ya confundidos) Entonces tenemos otro personaje atentando contra el valor del bolívar.

Por último, no menos importante las personas tienen siempre algo que decir en economía, porque la economía es una ciencia humana, no es matemática, ni estadística, sino que es tan compleja e impredecible como los seres humanos. Si a esos seres humanos les decimos que el bolívar es una moneda endeble y nuestro gobierno le entra a patadas sin misericordia y el banco central la pisotea sin el menor desparpajo. Las personas tienen mucho que ver y si ellas no tienen confianza en la moneda, estamos listos. La mesa está servida para el descrédito. Hay un ejemplo, en USA, el FED cuando se dio la crisis financiera (entre 2008 y 2014) emitió mucha Base Monetaria, tanto como un 381.9% adicional, el resultado es que no hubo aumento en los precios. ¿Por qué ocurrió eso? Porque las personas (norteamericanas o no) mantuvieron la confianza en el dólar y la demanda de dinero no cayó. Por eso no experimentaron alzas de precios, de hecho los precios medidos con el deflactor del PIB crecieron apenas un 1,58% anual en esos mismos 7 años.

En Venezuela el Banco Central elevó la Base Monetaria 16 veces es decir 1600%, bueno si lo quieren comparar la aumento 41.7 veces más que lo que lo hicieron en los Estados Unidos. Usando el deflactor el efecto en Venezuela fue que los precios crecieron 42,91% anual en el mismo período. Es decir, la gente desconfía mucho del valor del bolívar.  

lunes, 5 de diciembre de 2016

Inventar y errar, al mismo tiempo


Venezuela es el lugar de la improvisación, todos mientras van caminando van inventando un nuevo error que para colmo ya ha sido probado y se sabía que no funcionaba, pero algo había que hacer y eso era lo que todos pedían a gritos, pero nadie se acordaba que ya lo habían utilizado  y que igualmente había producido un estruendoso fracaso.
Hemos probado cinco controles de cambio y en los últimos cuatro, se ha repetido la historia, primero se montó por miedo a perder las reservas, después, producto de los momentos iniciales del control, las reservas se recuperan para luego caer producto de que todos los nacionales aprenden cómo se hace la trampa y la ejecutan de una manera eficiente.
Luego el control se vuelve una trampa interminable, comienzan las discusiones, algunos dicen que no se puede quitar de un golpe, que hay que hacerlo de manera gradual. Incluso hay otros tan profundamente desconocedores de la realidad de los mercados que pontifican: “primero hay que unificar el cambio y después, quizá liberarlo”
Hasta que llega el FMI y dice: “no señores, el control de cambio se quita de una sola vez” Ahí todos tragan grueso y respiran lento como si estuviesen en una clase de yoga, para que ocurra mágicamente lo que siempre ha ocurrido, que fijen donde fijen el cambio, el precio se caerá como un plátano y haya pocas o muchas reservas, el banco central comenzará a llenarse de reservas.
Así ha sido la historia y no tiene por qué ser distinta. Eso sí, los discípulos de don Simón Rodríguez creen que aquí todo hay que inventarlo, que Venezuela es un país especial, pero se equivocan el agua tibia ya se inventó o no hay nada nuevo bajo el sol. Los controles de cambio ya pasaron de moda, porque la gente seria entendió que era una forma de inventar y errar, pero todo al mismo tiempo.